Vida, Muerte Y Resurrección De Cristo
Autor: Mg William Barrero Saenz
Mediante la vida de Cristo, de perfecta obediencia a la voluntad de Dios, sus sufrimientos, su muerte y su resurrección, Dios proveyó el único medio válido para expiar el pecado de la humanidad, de manera que los que por fe acepten esta expiación puedan tener acceso a la vida eterna, y toda la creación pueda comprender mejor el infinito y santo amor del Creador.
Esta expiación perfecta vindica la justicia de la ley de Dios y la benignidad de su carácter, porque condena nuestro pecado y al mismo tiempo hace provisión para nuestro perdón.
Ningún creyente puede dudar de que Cristo vivió una vida santa, sin pecado, de perfecta obediencia a los mandamientos y a la voluntad de Dios. Él mismo dijo en cuanto a su Padre: “Yo hago siempre lo que le agrada.” “Yo he guardado los mandamientos de mi Padre” (Juan 8:29; 15:10). Cristo “no conoció pecado”; fue “un cordero sin mancha y sin contaminación”, “no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca” (2ª Corintios 5:21; 1ª Pedro 1:19; 2:22). El apóstol Juan afirma que “no hay pecado en él” (1ª Juan 3:5), y el apóstol en la epístola a los Hebreos declara también que “fue tentado en todo según nuestra semejanza, sin pecado” (Hebreos 4:15) (el subrayado es nuestro).
La muerte de Cristo es vicaria y expiatoria, reconciliadora y transformadora.
La muerte de Cristo es una redención o rescate pagado por las demandas santas de Dios para el pecador y para liberar al pecador de la justa condenación. Es significativo que la palabra discriminadora «por» significa «en lugar de» o «en favor de», y es usada en cada pasaje en el Nuevo Testamento donde se menciona la muerte de Cristo como un rescate (Mateo 20:28; Marcos 10:45; 1 Tito. 2:6). La muerte de Cristo fue un castigo necesario, el cual él cargó por el pecador (Romanos 4:25; 2 Corintios 5:21; Gálatas 1:4; Hebreos 9:28). Al pagar el precio de nuestro rescate Cristo nos redimió. En el Nuevo Testamento se usan tres importantes palabras griegas para expresar esta idea:
1) Agorazo, que quiere decir «comprar en un mercado» (agora significa «mercado»). El hombre, en su pecado, es considerado bajo la sentencia de muerte (Juan 3:18-19; Romanos 6:23), un esclavo «vendido bajo pecado» (Romanos 7:14), pero en el acto de la redención es comprado por Cristo a través del derramamiento de su sangre (1 Corintios 6:20; 7:23; 2 Pedro 2:1; Apocalipsis 5:9; 14:3-4).
2) Exagorazo, que significa «comprar y sacar del mercado de la venta», lo que agrega el pensamiento no sólo de la compra, sino también de que nunca más estará expuesto a la venta (Gálatas 3:13; 4:5; Efesios 5:16; Colosenses 4:5), indicando que la redención es una vez y para siempre.
3) Lutroo, «dejar libre» (Lucas 24:21; Tito 2:14; 1 Pedro 1:18). La misma idea se encuentra en el vocablo lutrosis (Lucas 2:38; Hebreos 9:12), en otra expresión similar, epoiesen lutrosin (Lucas 1:68), y otra forma usada frecuentemente, apolutrosis, indicando que se libera a un esclavo (Lucas 21:28; Romanos 3:24; 8:23; 1 Corintios 1:30; Efesios 1:7, 14; 4:30; Colosenses 1:14; Hebreos 9:15; 11:35). El concepto de la redención incluye la compra, el quitar de la venta y la completa libertad del rescate individual a través de la muerte de Cristo.
La resurrección de Cristo proclama el triunfo de Dios sobre las fuerzas del mal, y a los que aceptan la expiación les asegura la victoria final sobre el pecado y la muerte. Declara el señorío de Jesucristo, ante quien se doblará toda rodilla en el cielo y en la tierra.
La resurrección de Cristo es un hecho muy relevante como para que quede referido sólo como un acontecimiento histórico. En la resurrección de Cristo está el centro de nuestra fe, porque “si no resucitó Cristo, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe” (1 Corintios 15:14) (el subrayado es nuestro).
La resurrección de Cristo es, además, el sello de aprobación del Padre sobre el sacrificio del Hijo en la cruz. La resurrección no sólo demuestra que Cristo venció la muerte sino también el pecado.
Si Cristo no hubiera resucitado, la fe de todo creyente carecería de valor, seríamos falsos testigos, porque predicamos que Jesús resucitó, y aún estaríamos en nuestros pecados, perdidos irremediablemente. Porque si Cristo murió por nuestros pecados y no pudo levantarse de entre los muertos al tercer día, entonces el pecado lo venció. Y si el pecado venció a Cristo, todavía los creyentes en él son pecadores perdidos. Además, todos los que creyeron en Cristo y murieron, jamás se levantarán de la tumba, si no hay resurrección. Si el cristianismo es solo para esta vida, no sirve para nada, porque no existe cristianismo ni vida eterna sin la resurrección de Cristo (1 Corintios 15:12- 19). De manera que la resurrección de Cristo provee a los creyentes seguridad de su propia resurrección e inmortalidad: “Sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús” (2 Corintios 4:14) (el subrayado es nuestro).
(Juan 3:16; Isaías 53; 1 Pedro 2:21-22; 1 Corintios 15:3-4, 20-22; 2 Corintios 5:14-15, 19- 21; Romanos 1:4; 3:25; 4:25; 8:3-4; 1 Juan 2:2; 4:10; Gálatas 2:15; Filipenses 2:6-11). (Creencias de los adventistas del séptimo día, página 118).
PREGUNTAS
- ¿A quién venció Jesús por nosotros? Hebreos 2:14, Mateo 4:1-11, Juan 16:33.
- ¿Qué clase de vida vivió Jesús? Juan 8: 46; 1ª Pedro 2:21, 22, Hebreos 4:15.
- ¿Cómo podemos los pecadores llegar a ser constituidos justos? Romanos 5:19, Hebreos 5:8-9.
- ¿Qué puede otorgarnos la vida perfecta de Cristo? Romanos 5:17, Juan 3:16, Juan 10:10.
- ¿Cómo logró Dios satisfacer la justicia de la ley y al mismo tiempo perdonar al pecador? 2 Corintios 5:21, Gálatas 3:13, 1 Pedro 2:24.
- ¿Cuál fue la motivación de Jesús al darse a sí mismo por nosotros? 2 Corintios 8:8, 9, Jeremías 31:3, Oseas 11:4.
- ¿Qué debemos hacer al entender el sacrificio de Cristo en nuestro favor? Hechos 16:31, Juan 3:15, Romanos 3:22.
- ¿Qué no tendría valor si Cristo no hubiera resucitado? 1 Corintios 15:14.
- ¿Ante cuántas personas apareció Cristo después de su resurrección? 1 Corintios 15:6.
- ¿Cuál es el mensaje de Cristo para nosotros tocante a su resurrección? Juan 11:25, Apocalipsis 1:18.
RESPUESTAS
- a) Al diablo. b) Al mundo. c) Todas las anteriores.
- a) Normal. b) Sin pecado. c) Cómoda.
- a) Por la obediencia de Cristo. b) Por guardar los mandamientos. c) Por ayudar a los pobres.
- a) Vida eterna. b) Paciencia. c) Riquezas.
- a) Enviando al Espíritu Santo. b) Con el sacrificio de Cristo en la cruz. c) Anulando la ley.
- a) La fe. b) La esperanza. c) El amor.
- a). Orar. b) Predicar. c). Creer.
- a). Nuestra fe. b). Nuestra predicación. c). Todas las anteriores.
- a). A 300. b). A 12. c). A más de 500.
- a). Yo te puedo resucitar. b). Todos morirán. c). No hay resurrección.
Decisión: Agradezco y acepto por fe la vida impecable de Cristo, su muerte vicaria y su resurrección de los muertos para mi salvación.